Restricciones demasiado amplias sobre PFAS podrían poner en peligro la calidad y el costo de la atención médica
Las PFAS están bajo ataque regulatorio y legislativo a nivel federal y estatal. Sin embargo, en el afán de eliminar algunas de estas sustancias químicas, los reguladores y legisladores pueden socavar la capacidad de brindar atención médica que salva vidas en los Estados Unidos.
Esto se debe a que los productos con PFAS se utilizan de diversas formas en entornos sanitarios, como dispositivos médicos, medicamentos y equipos de protección personal. Estos usos mejoran los resultados de la atención médica y reducen los costos.
Las cualidades únicas de las PFAS son las que las hacen tan importantes en el contexto de la atención sanitaria. Las PFAS (sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas) son una familia diversa de sustancias químicas con diferentes variedades en formas sólidas, líquidas y gaseosas. El enlace carbono-flúor en los PFAS hace que las sustancias químicas sean excepcionalmente duraderas y no reactivas y, por lo tanto, muy difíciles de sustituir en entornos de atención médica.
En consecuencia, sin una alternativa que sea científica y económicamente factible, restricciones demasiado amplias a las PFAS podrían tener graves consecuencias para la salud pública de Estados Unidos.
En implantes y dispositivos médicos, las PFAS ayudan a proporcionar resistencia a infecciones, fricción y coágulos. Se utilizan en catéteres que drenan los líquidos acumulados en el cuerpo, stents que mantienen abiertas las arterias coronarias, mallas quirúrgicas que reparan hernias y agujas para biopsias quirúrgicas para diagnosticar el cáncer.
Sin PFAS, estos dispositivos podrían tener un mayor riesgo de falla o obstrucción del implante, y es posible que deban reemplazarse con más frecuencia, lo que resultaría en costos médicos más altos y más dolor y riesgo potencial para los pacientes.
En los equipos utilizados para diagnóstico y tratamiento, las PFAS son parte integral de todo, desde ventiladores hasta kits de prueba de COVID-19. Los PFAS se utilizan en películas de rayos X para identificar lesiones internas, videoendoscopios para detectar problemas gastrointestinales y componentes estériles y resistentes a las proteínas, como filtros, tubos y sellos para máquinas de diálisis renal.
Para los dispositivos que dependen de señales de alta frecuencia, como marcapasos, desfibriladores, dispositivos de imágenes por resonancia magnética y máquinas de escaneo PET, se confía en los PFAS para su uso como aislantes.
En muchos inhaladores de dosis medidas, los PFAS sirven como propulsor. Estos inhaladores ayudan a tratar afecciones pulmonares como el asma y el trastorno pulmonar obstructivo crónico (EPOC).
Las PFAS también son fundamentales para mantener la cadena de suministro de ingredientes necesarios para fabricar medicamentos que salvan vidas. En los envases, las PFAS crean una fuerte barrera contra la humedad que, de otro modo, podría dañar los medicamentos; su función de envasado también ayuda a prolongar la vida útil de las pastillas y los polvos secos. Para muchos medicamentos ampliamente utilizados, desde tratamientos para el colesterol hasta antidepresivos, limitar las PFAS podría amenazar su disponibilidad, afectando a decenas de millones de estadounidenses. Los PFAS también permiten la filtración de alta pureza necesaria en la fabricación de productos farmacéuticos y terapias basadas en anticuerpos.
Más allá de los medicamentos y los dispositivos médicos, las PFAS son fundamentales para mantener el ambiente estéril requerido en los hospitales. Recubrimientos de PFAS en batas, cortinas y cortinas divisorias de hospital para ayudar a crear una barrera contra infecciones y transmisión de enfermedades en los hospitales. Los PFAS en pinturas para paredes y pisos permiten el uso eficaz de biocidas para ayudar a eliminar infecciones en los hospitales.
La atención sanitaria eficaz requiere todas estas aplicaciones de PFAS. Para mantener a las personas sanas, tratar enfermedades y estar preparados para la próxima crisis sanitaria, los responsables de las políticas deben garantizar que las medidas duras no envíen un shock evitable al sistema de salud.
Los formuladores de políticas federales y estatales deben considerar las aplicaciones de las PFAS que salvan vidas y garantizar que pueda continuar la producción, el uso y la gestión responsables de esta diversa familia de productos químicos.
También deben considerar la diversidad de estas químicas y cómo tienen diferentes perfiles ambientales y de salud. De hecho, muchas de estas aplicaciones sanitarias se basan en una categoría particular de productos químicos fluorados (fluoropolímeros) que cumplen criterios de seguridad clave reconocidos internacionalmente para identificar polímeros de baja preocupación.
La alternativa es el cumplimiento de las leyes de consecuencias no deseadas, donde las políticas excesivamente onerosas sobre PFAS amenazan la calidad y el costo de la atención médica.
La misión del American Chemistry Council es defender a las personas, las políticas y los productos químicos que hacen de Estados Unidos el líder mundial en innovación y fabricación. Para lograrlo, nosotros: Promovemos soluciones políticas basadas en la ciencia en todos los niveles de gobierno; Impulsar la mejora continua del desempeño para proteger a los empleados y las comunidades a través de Responsible Care®; Fomentar el desarrollo de prácticas de sostenibilidad en todas las empresas miembros de ACC; y Comunicarse auténticamente con las comunidades sobre los desafíos y soluciones para una forma de vida más segura, saludable y sostenible. Nuestra visión es un mundo mejorado gracias a la química, donde las personas vivan vidas más felices, más saludables y más prósperas, de forma segura y sostenible, para las generaciones venideras.
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